Llegado el Sábado de Pasión, nuestra Hermandad de la Salud
pudo hacer su estación de penitencia a la ermita de San Telmo, sede canónica de
nuestra hermandad madrina, la del Cristo de la Expiración.
Tras una jornada cargada de incertidumbre como consecuencia
de las continuas lluvias acaecidas en Jerez a lo largo del día, finalmente, a
las siete de la tarde, el Señor de la Salud quiso darnos el regalo de poder
llevarlo por las calles de nuestro barrio de Federico Mayo y el barrio vecino
de San Miguel.
Una vez llegada la Hermandad a la ermita de San Telmo, se
dio lectura y entrega a al documento donde se daba constancia de que la
Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Salud, Nuestra
Señora de las Aguas, San Rafael y San Gabriel hacía su estación de penitencia.
En
la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera, en el día en el que
Nuestra Santa Madre la Iglesia celebra la antesala del Domingo de Ramos, esta
Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Salud, Nuestra
Señora de la Aguas, San Rafael y San Gabriel, solicita la venia para hacer
Estación de Penitencia en esta histórica ermita de San Telmo, sede canónica de
la Pontificia, Real y Archicofradía del Santísimo Cristo de la Expiración,
María Santísima del Valle Coronada, San Juan Evangelista y San Pedro González
Telmo.
En
este lugar tan jerezano como son las antiguas Marismas de San Telmo, se cumple
con el acto piadoso de hacer Estación de Penitencia con Nuestro Amantísimo
Titular de la Salud, siendo para los cofrades de San Rafael, para nuestro
Barrio de Federico Mayo y para nuestra Hermandad Madrina, la histórica del
Cristo de la Expiración, un hecho histórico que se verá reflejado en la insigne
historia de las cofradías de nuestra ciudad de Jerez. Para mayor Gloria a Dios
y a su Bendita Madre en sus advocaciones de Valle y Aguas.
En
la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jerez de la Frontera, a veintitrés días del
mes de marzo del año del Señor de dos mil y trece. Festividad del Sábado de
Pasión.
¡Oh Dios!. Tú eres nuestro Padre.
Tú nos amas en Jesucristo, tu Hijo,
y nos has otorgado el regalo de tu
misterio salvador.
Fortalece nuestros corazones por la
acción de tu Santo Espíritu,
para que los signos externos de la fe,
manifestados en los Misterios de La
Salud y del Santísimo Cristo de la Expiración, nos hagan vivir, junto a
nuestros hermanos cofrades,
el gozo de la Fe y la Caridad
compartida,
para ser testigos de tu mensaje de
Amor,
y, así, el mundo crea en Ti;
único Dios verdadero,
y en tu Hijo Nuestro Salvador.
Amén.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.