martes, 23 de octubre de 2012


Carta a los costaleros del Señor de la Salud

Los sueños, sueños son..... Así es, los sueños , sueños son. Pero yo conozco un sueño que se cumplió, que se hizo realidad, un sueño que a través de la ilusión y del esfuerzo de un grupo de gente se pudo hacer realidad.

Un grupo de gente que desde niño soñaba con ver a su Señor en la calle, y ser participes de su salida, ellos eran los que enseñaban al resto de personas de un barrio, de una ciudad, a su Señor.
Unos niños que se ponían nerviosos si escuchaban un tambor o una corneta, si olían a incienso
Unos niños que eran ya expertos en hacer molías y marcar con el izquierdo el golpeo del tambor de una marcha.

Unos niños que les daba igual por aquel entonces que su Señor saliese de un garaje.
La experiencia les hizo reflexionar, pensar, y trabajar duro para fundar una hermandad.
Hermandad no es un titulo que te otorgue alguien, hermandad es un grupo de hermanos, de gente, que lucha por conseguir algo, por ayudar en lo que se pueda a quien se pueda.
Y el grupo de hermanos del que os hablo es muy, muy grande, con un corazón muy grande, con una fuerza descomunal, con una ilusión que transmite, con una riqueza y pobre en desgana.
Un grupo que soñó con un Nazareno cautivador, que soñó con sacarlo en un paso llevado por gente noble, de espíritu cristiano, gente que lora de emoción, que no se rinde, que aprieta los dientes cuando mas hace falta, gente que desde fuera se deja la garganta para que el paseo del Señor sea lo mas digno, y gente que desde dentro suda y reza por los que necesitan salud, trabajo,fe, esperanza, fe, esperanzas, fuerzas, o lo que sea......

El grupo consiguió hacer un salón junto a la iglesia de San Rafael, con una puerta no muy grande en tamaño, pero enorme en ilusión. Un salón para que el nuevo Nazareno de la Salud tuviese la dignidad necesaria de salir al barrio que le reza.

El salón está llena de favores, de gestos de hermandad, de hacer cosas sin pedir nada a cambio, de esfuerzo, mucho esfuerzo, de sudor, de alegrías, de tertulias cofrades, de hermanamiento......
Cómo si fuese magia, el olor a tierra, de los escombros, del hormigón,de la chapa y el hierro, de la pintura.... se convertiría en muy poco tiempo, en olor a flores, a madera, a incienso, a costalero, a perfumes en corbatas negras..... Pero antes del gran sueño nos llegó un olor que ningún cofrade quiere, el de las nubes cargadas y la tierra mojada.

Llamen lo milagro, llamen lo fe, ilusión, cómo quieran, pero a la hora que las puertas del salón de San Rafael tenían que abrirse para que el Señor de la Salud saliese al barrio a repartir rogativas, a esa hora, la lluvia dejó paso al Señor de la Salud.

Y así fue como el sueño de una Hermandad ( lo escribo con mayúscula por que grande son sus gentes ) se hizo realidad:

Con rodilla al suelo, simbolizando todo el camino recorrido de sufrimientos para que ese día se hiciese realidad, y el Señor de la Salud, ese que tiene una lagrima por su hermano de el Gastor, saliese a bendecir a Jerez.

¡¡ COSTALEROS !!
Tenemos mucha suerte de poder rezar a dos Cristos, de poder hermanarnos con fuerza para conseguir lo que queremos, lo que nos gusta, lo que nos pide el corazón......

Sigamos así, no nos cansemos nunca. El Señor nos regaló ese día para darnos a entender que el esfuerzo tiene recompensa. Sigamos trabajando por el, por nosotros, por los que nos rodean.
Dios os bendiga a todos ¡¡ COSTALERO !! gracias por el esfuerzo y la entrega.

Eduardo Gonzalez Parra. 
Ildefonso Oñate      Juan Pérez      Antonio Gomez       Raul García      Alvaro Gaona.